Suma total... un pastón.

Ahora que se acerca la fecha de los regalos es cuando me doy cuenta de que no tengo dinero ni para chicles. Últimamente no hago más que dar vueltas por las tiendas en busca del regalo (barato) perfecto.
Además, ir de compras para Navidad no es nada fácil: ¿Acertaré con el regalo? ¿le quedará bien esta talla a mi hermana? ¿tenía mi padre una camisa rosa o le puedo comprar esta? ¿señorita, hacen devoluciones?... empiezo a comprender por qué mis abuelos siempre me regalan dinero.

Por otra parte, las calles están iluminadas con las luces de Navidad y en los escaparates viven temporalmente Papa Noel, Rudolph o un gigantesco árbol con lucecitas, y está todo tan bonito que yo por mí compraba el escaparate entero para ponerlo en mi salón la mañana de Reyes.

En fin, que la pinta que debo tener de tienda en tienda mirando las cosas más bonitas y comprando al final unos tristes pendientes de 4,90€ para mi hermana debe ser penosa, pero al menos me queda el consuelo de que estamos todos igual. ¡Maldita economía adolescente!

¿Qué quieres ser de mayor?

En nuestra vida nos han planteado esta pregunta millones de veces y en la mayoría hemos contestado con lo primero que se nos ha pasado por la cabeza o con lo que nos ha apetecido ese día, pero la cosa cambia cuando te encuentras a pocos meses de una selectividad. La pregunta ya no sirve para despejar las dudas a la amiga de tu madre que viene de visita, entonces es cuando surgen los problemas.

Nuestras posiciones para enfrentarnos a este problema son muy distintas.
Maria tiene clarisimo que, donde y como va a pasar su vida universitaria.

Irene sabe lo que quiere pero también sabe que no va a poder hacerlo, así que tiene que buscar otras opciones.

Y Luis no tiene ni remota idea de lo que va a estudiar y se pasa las tardes entrando en webs de universidades para ver si por ahi encuentra algo interesante.

Pocos tienen claro qué es lo que van a hacer, y es que es demasiado difícil hacer una elección que va a influir el resto de nuestras vidas ni siquiera habiendo mirado antes a fondo cada posibilidad.

Además, ¿Cómo asegurarse de que eso que vas a elegir no va a decepcionarte cuando ya sea más difícil volver atrás?, ¿Cómo elijo entre cientos de carreras si ya fue difícil elegir entre ciencias o letras?, ¿Debería buscar una segunda opción por si algo no me permite llegar a la primera?

Son preguntas que se repiten y que van preocupando más y más conforme avanza el tiempo.

Las clases de filosofía suelen ser aburridas. Empiezan con el profesor hablando, que si Platón, el mundo de las ideas, la reminiscencia… hasta que llega un momento en el que solo oyes el blablabla del profesor y dejas de escuchar los pensamientos de Platón para escuchar tus propios pensamientos; pensamientos que acostumbran a ser tonterías, locuras que te pasan por la cabeza como por ejemplo ¿Cómo serían los chicos de la banda del patio con nuestra edad?

Randall, después de una etapa de preadolescente feo, se vuelve guapo, el más guapo de la clase y acaba saliendo con Ashley A, las Ashleys siguen gritando aquello de “¡que escándalo!” pero ahora lo hacen en las fiestas y los pubs más snobs de la ciudad. Ashley B sale con Vince, aunque este está secretamente enamorado de A.A., tuvo que dejar a sus amigos de la infancia de lado al entrar en el instituto y darse cuenta de que él estaba entre los “chicos guays”. Ashley T sale con el excavador Dave, (los excavadores se separaron antes de terminar sexto curso, se rumorea que alguien les cambio los cascos y las palas por duendes de jardín, nunca se supo quien fue), así que el excavador Same ahora se junta con Mikey y Gus. Mikey se ha dado cuenta que no solo siente pasión por la poesía y ha salido del armario, vive su amor en secreto por Gus; este está enamoradísimo de la Chica del Maíz, pero ella no le corresponde ya que lleva tres meses saliendo con el Estafador, al que esta reformando y ya solo se dedica a las apuestas ilegales. Gretchen, que finalmente era demasiado inteligente para seguir en el curso que le correspondía, se adelantó un año y allí tuvo un affaire con Lawson que nunca fue confirmado pero del que todos hablaron durante un tiempo. Spinelli, la chica dura, terminó siendo la rebelde de la clase. Dejó el gorro naranja que siempre llevaba, se cortó el pelo muy muy corto y decidió que nunca más iba a volver a seguir la corriente a nadie, por lo que decidió ir por su cuenta, aunque eso no quita para que este en un continuo tira y afloja con TJ, el unico en el que todavía confía. TJ por su parte no tiene ojos para otra chica que no sea ella, y aunque gusta bastante a las chicas de su edad, el prefiere tenerlas a todas como amigas y ser el gracioso de la clase, y como hay cosas que nunca cambian, todo el mundo le sigue teniendo mucho cariño.
Por su parte, los profesores no se han quedado atrás. La Señorita Grotkey, su profesora hippie de cuarto curso, dió la campanada e hizo que el directo Prickley se divorciara para casarse con ella. Al parecer, mantenían una relación secreta desde muchos años atrás, y Finster tras enterarse decidió irse de la ciudad. Ahora vive en Las Vegas y se dedica a ganar torneos de poker.

Y tú ¿dónde vives?

Nuestra ciudad, Badajoz. Wikipedia la describe como una provincia de España, perteneciente a la comunidad autónoma de Extremadura donde ocupa su parte meridional. Pero ¿Qué pensamos nosotros que es Badajoz?

Badajoz es el sitio donde llevo viviendo desde que nací. Siempre me estoy quejando de que quiero irme a una ciudad más grande, pero sé que cuando esté fuera Badajoz será el refugio perfecto para esos momentos en los que este hasta las narices de todo el mundo. Además, ¿en qué otra ciudad se viven tanto los carnavales?

Badajoz, ¿un pueblo grande con sitios a donde ir y muchas facilidades o una ciudad pequeña con gente abierta y mucha tranquilidad? Para mí tiene lo bueno de ser ámbas cosas a la vez, pero lo malo de no ser completamente ninguna de las dos.
No puedo decir que la siento como mi ciudad, pero si como el sitio donde estoy viviendo una de las mejores etapas de mi vida.

Me acababa de mudar de Barcelona a Badajoz. Una mañana decidí estrenar en esta nueva ciudad mi falda favorita; era larga, verde, con grandes flores amarillas y con un tul que sobresalía por debajo. Cuando salí a la calle noté algo extraño, la gente me miraba mucho, ¿Qué pasaba? No entendía nada. Aunque después de cuatro años de muchas miradas y risas sigo sin entender absolutamente nada. Badajoz, no sabes lo que me gustaría entenderte. No digo que no seas un buen lugar donde vivir, simplemente creo que yo no estoy hecha para vivir aquí.

Aun así, amo a esta ciudad, sí, en el fondo aunque me queje mucho sé que la quiero, porque sé que la echaré de menos algún día cuando esté perdida por alguna gran ciudad del mundo.